miércoles, 5 de noviembre de 2008

El peor final

Una verdadera tragedia la de Andrés Martín en Baradero. Pero yo no compro a ciegas la teoría del suicidio. Es cierto que no existen indicios, datos, acerca de que pudo ser asesinado, pero tampoco los hay de que tuviera intenciones de matarse.
Nadie dejó siquiera escapar la posibilidad de que hubiera sido un accidente. Ya sé, en el fondo de la cuestión no cambia nada. El pibe está muerto y no hay nadie a quién culpar. ¿Pero siempre tenemos que investigar lo menos posible? ¿Siempre hay que hacer la más fácil? 
La Justicia no puede aplicar la ley del menor esfuerzo...

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