viernes, 3 de octubre de 2008

Colectivos con GPS y cabinas: muy lindo todo pero... ¿quién lo paga?

Un colectivero al que le cortan un dedo, otro baleado, un tercero al que le disparan y por milagro se salva porque no sale la bala, un pasajero apuñalado a centímetros del corazón... y la lista sigue. Para preocuparse en serio ¿no?.
La cantidad de asaltos en los colectivos -o, al menos, la violencia en estos hechos- aumentó notablemente. ¿El motivo? Ninguno en particular. O varios. Posiblemente uno de ellos sea la desprotección total que los transportes públicos evidencian, con sobradas pruebas, ante este tipo de ataques.
Como medida plenipotenciaria y mágica para solucionar todo, el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, anunció que colocarán GPS en los coches y protegerán a los choferes con cabinas inviolables.
Lo que se convertiría en el ejemplo más concreto del concepto "cajita de cristal" fue alguna vez reclamado por el propio sindicato de los choferes, la UTA, que también participó de las reuniones en las que se anunciaron estas medidas.

Antes era mejor. A estos no los saqueaban...


Pero, como siempre, la solución se piensa a medias, o no se piensa como corresponde, y pese a todo se sale a anunciar con toda la pompa como si hubieran pergeñado la pócima milagrosa contra la inseguridad en los transportes públicos.
Nadie explicó -o cuanto menos dejó trascender- cómo se van a financiar estas medidas. Porque la Provincia habló de implementar todo esto pero nunca se dijo nada de poner un peso. El sindicato, difícil. ¿A alguien le queda alguna duda de que las empresas de transportes van a mirar para otro lado o aunque sea van a llorar y patalear cuando se les pida una inversión de este tipo? No sea cosa, que todo se termine solucionando como casi siempre ocurre, perjudicando a los usuarios, con un nuevo aumento de los pasajes
Y, aunque el GPS pueda tener sus efectos positivos, las cabinas protectoras son una iniciativa de protección para los colectiveros, pero no para los pasajeros. Y ya quedó demostrado con el ataque en Palermo (fue apuñalado un chico que no quiso entregar su guitarra) que la violencia en los asaltos al transporte público no es sólo contra los conductores.
Cuando se quiere tapar el sol con un dedo, o ser traductor de griego tomando una sola clase por carta (o sea, cuando se trabaja improvisando) pasan estas cosas. A pensar en serio, que el tema lo requiere. 

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