Están oficialmente desaparecidos, según los informes policiales. Lo que no se dice, lo que se mantiene en secreto, es la peor de las presunciones. Existe un dato clave para creer que los dos amigos fueron asesinados.
El sábado 18 del corriente fue encontrada en las inmediaciones de una vivienda (sita en calle Armonía entre Larsen y De la Fuente) de Catán la camioneta Ford F 100 propiedad del ex agente de policía, donde ambos viajaban. Estaba abandonada, sin signos de haber sido violentada. El hallazgo del vehículo es una señal que despierta a los investigadores las peores sospechas. En la Policía no se extrañan que en los próximos días aparezcan los cuerpos de los dos desaparecidos.
Kierniscki y Rossino. La Policía no se esperanza mucho con hallarlos vivos.
Ayer martes, cuatro hombres y una mujer -todos integrantes de una misma familia- fueron detenidos acusados de “encubrimiento agravado” por su presunta vinculación en el caso. La Policía secuestró un Fiat Duna que pertenecía al efectivo jubilado y que había sido denunciado como robado en junio pasado. En la misma casa, había elementos de la camioneta donde iban los amigos cuando fueron vistos por última vez, armas y un Nextel que pertenecería a Rossino.
Se habla de que Kierniscki tenía una deuda de 45.000 pesos con un hombre de Lomas de Zamora, la que nunca pagó. Otro indicio que fomenta el mal presagio.
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