viernes, 24 de octubre de 2008

Violencia, odio y crueldad sin límites

Esto es verdad. No hay nada de cuento. Pasó ayer en una casa de la localidad de Derqui, en Pilar. Dos tipos violaron a una mujer, concubina de uno de ellos, y la mataron. Cuando la Policía la encontró estaba así: el cadáver de la mujer colgado de una horqueta que formaban dos ramas de un árbol. Estaba desnuda, visiblemente castigada a golpes, ahorcada con una prenda de vestir y, luego se comprobó, abusada sexualmente tanto vaginal como analmente.
Presten atención a la horrorosa secuencia del relato que reconstryueron los investigadores para determinar cómo fue el caso. Repito, no hay invento ni párrafos extraídos de alguna novela policial...
La mujer fue llevada de la casa de uno de los criminales hasta la casa del otro. Durante esas dos cuadras, los sujetos la empujaron y golpearon constantemente para obligarla a caminar.
Una vez en esa vivienda, le dieron una feroz golpiza y, alternadamente, abusaron varias veces de ella. Si bien se confirmará con las pericias, se cree que habrían sido los dos los que participaron de la vejación sexual.



Casilla del horror. Acá la metieron y la violaron, antes de matarla. Tenía 6 hijos.


Con la mujer prácticamente inconsciente, el mayor de los individuos -al que se le atribuye la principal responsabilidad material del crimen- comenzó su macabra maniobra: la llevó hasta el árbol y la sujetó a la horqueta con sus propias piernas, dejándola colgada de una manera tal que la posición le permitiera violarla nuevamente por ambas vías. Finalmente, la ahorcó con una de las prendas de vestir de la misma víctima, y le desfiguró el rostro y la cabeza a golpes con un elemento contundente, posiblemente un palo, con el que también la mutiló en sus órganos genitales.

La entrada a la casa. Hay fotos mucho más explícitas, pero mejor no...


Una vez concluida la inimaginable secuencia, el hombre -con toda la serenidad del mundo- caminó hasta la casa de al lado y le pidió a su vecino que le diera “una mano” para deshacerse del cuerpo. Aunque parezca mentira, aunque resulte imposible de creer, todo este salvajismo, esta saña, esta morbosidad, sale de la mente humana. Sinceramente, te pone los pelos de punta. Al menos, están presos.

1 comentario:

Aldana dijo...

Por favor, no puede ser posible tanta maldad en una persona, te juro que iba leyendo y me ponia cada vez mas nerviosa, me corria un escalofrio horrible.