jueves, 18 de septiembre de 2008

Agua para los "extasiados": ahora sí que ya se vio todo

La diputada radical Cecilia Moreau presentó un proyecto para que se distribuya gratuitamente el agua mineral en los boliches. Sí, lo que todos pensaron, aunque parezca increíble, es lo que figura en ese proyecto de ley: para que los consumidores de éxtasis "no se deshidraten".
En puntual, la desquiciada idea de esta mujer (a la que alguien en su momento votó, para que después se descolgara con este tipo de locuras) es que se coloquen bidones de agua en diferentes puntos de la disco para que los pibes que sufren los efectos del éxtasis (calor extremo, sequedad de boca, aceleración cardíaca, muerte súbita en el peor de los casos) puedan "pasarla mejor" tomando agua gratis.
No es posible creer todavía, con todas las vidas que se llevó las sobredosis de éxtasis, con las muertes mafiosas por el tráfico de los precursores químicos que se usan para preparar esa pastilla, que exista alguna persona que demuestre tan abiertamente que puede importarle tan poco el tráfico de estos estupefacientes mortales entre la juventud argentina. Y peor aún, que esa persona sea representante del partido político con más trayectoria de nuestro país, mientras está representando al pueblo bonaerense en el Congreso de la Provincia.

Moreau. ¿Qué pastilla toma cuando se le ocurren estas cosas?


Cumplir con una normativa de este tipo sería el primer paso para permitir el libre consumo de las drogas y un gran paso en el camino de legalizar la venta. Siguiendo la inexplicable línea de pensamiento de la diputada, dentro de algunos años estaremos en presencia del éxtasis en la carta de precios de los boliches, junto a las gaseosas y los tragos.
Afortunadamente, hasta ahora las únicas reacciones que se han escuchado al respecto son absolutamente condenatorias para el planteo de la legisladora.
Ahora bien, una persona que en medio de un momento clave de la lucha contra el narcotráfico no hace más que por extensión reconocer y aceptar el mismo, y encima interpone al Poder Legislativo para ello, no puede quedar indemne de sus actos.
Cuanto menos, se debería revisar los pergaminos de esta mujer y replantearse si puede seguir representando a la población en una banca legislativa. Luego, debería ser procesada por apología de la droga y, mediante un juicio político, definir si no es pasible primero de una sanción civil y luego de una penal.
Pero la cuestión de fondo radica en el criterio que empleamos para elegir a nuestros representantes. Ahora salió a la luz esto, pero quién sabe que pensamientos e ideas se esconden detrás de los que poseen un cargo público.

1 comentario:

Vicky O dijo...

Sin llegar a pre-juzgamientos, no tiene carita de darse con una pastiloca los finde, la nena?
Aparte de la humorada, el sentido sociologico de esta medida no es nada superficial, como siempre hay pros y contras.