martes, 24 de marzo de 2009

Por el fuego, destrucción total en la mansión de la "emperadora de los medios"

En uno de los momentos más tensos de la relación entre el Gobierno y el Grupo Clarín, en una de las instancias más sensibles de la pelea entre el multimedio más poderoso del país y el Kirchnerismo, un sugestivo incendio desatado ayer destruyó una mansión en Luján, propiedad de la magnate Ernestina Herrera de Noble.
El siniestro se habría originado por un cortocircuito en la planta alta, según se informó oficialmente. No hubo víctimas pero sí daños materiales de importancia.
Desde las 8.30 de ayer y hasta pasado el mediodía Bomberos Voluntarios combatieron las llamas en un incendio desatado en la finca "Las Glicinas", perteneciente a la directora del Grupo Clarín.
El fuego se habría originado aparentemente por un cortocircuito en la planta alta de la vivienda principal –una mansión que apenas se deja ver desde las calles que rodean al predio- y en cuestión de minutos se apoderó del fastuoso chalet, según consigna el periódico local El Civismo.


Arrasador. El fuego fue implacable con la fastuosa propiedad (foto El Civismo)

En el momento del incendio, personal de mantenimiento se encontraba trabajando en la planta baja y aunque pudieron salir rápidamente sin consecuencias, no pudieron evitar que las llamas devoraran todo lo que encontraran a su paso por la decena de habitaciones que tiene la casa. "Solo se salvó el jardín de invierno y el quincho. Hasta el puente de vidrio llegó el fuego", dijo entre sollozos una mujer mientras esperaba por una de las entradas que tiene la finca la llegada de más dotaciones de Bomberos.
Mientras se caía el techo de tejas, crecía el temor a que explotaran la media docena de termotanques que tiene la vivienda en su lavadero. "La única explosión que se escuchó fue la del televisor que tiene la señora (Noble) en la planta alta", agregó un familiar de los caseros.
El suceso llamó la atención de numerosos niños de bajos recursos de la zona que aprovecharon para entrar a la casa ante la desesperación de los bomberos, policías y personal de la finca que trataban de impedir el ingreso de curiosos al lugar.

Otros, en cambio, miraban desde la distancia pegados al cerco perimetral que alerta la presunta existencia de "perros policía entrenados para matar".

No hay comentarios: