En esta vorágine han caído los asaltos a transportes públicos, con tan mala suerte que la "moda" que los puso al tope de la agenda pública los sacó tan rápido que ni siquiera dio tiempo a que se implemente aunque sea una de las medidas que se anunciaron para salvaguardar las unidades.
Al pedo. ¿De qué sirvieron los paros de transporte para reclamar seguridad?
Ni las cabinas antibalas, ni los sistemas de rastreo GPS, nada. Absolutamente nada. El que encuentre un colectivo con alguna medida de seguridad extra respecto del panorama hace seis meses, que lo diga, porque no se sabe. Párrafo aparte para los sindicatos de choferes, que pararon el transporte en el país perjudicando a millones de usuarios por una causa -cierto es- justa y ahora, con la situación igual que antes pero fuera de la agenda mediática, están bien tranquilitos.
En realidad, lo que es extraño que nadie salga a anunciar, es que los asaltos a microómnibus se terminaron mágicamente de un día para el otro. ¿Cómo? ¿No?
No hay comentarios:
Publicar un comentario